Llegó el final de temporada y dejó un sabor amargo. Ahora nos acordamos de tontas derrotas como las de contra la Peña o el Samdan, o del partido del Livergips en el que merecimos más, de ese último doble penalti que suena cruel, pero nos separa de estar celebrando un ascenso, o de haber luchado en el partido contra el Pasaa para haber marcado otro gol.
Es fácil hacer parecer sencillo el porqué no hemos subido, pero aún es más fácil demostrar que merecimos mucho más, y hoy por hoy podemos decir que no hemos subido de categoría porque no nos han dejado, porque ha habido maletines que han desvirtuado la competición, y el NK Triana no ha podido disputar el mismo número de partidos que el resto de equipos de un grupo muy falto de profesionalidad.
El cluz bandera de Triana llegó convencido de sus posibilidades y grabado a fuego el "NK, WE CAN" al último partido de liga, pero por motivos que aún investiga el comité de competición, el equipo contrario no se presentó. El resto ya se puede observar al ver la clasificación, partido ganado por un insuficiente 3 - 0, terceros de la fase de ascenso con los mismos puntos que el primero, al cual le ganamos en el gran partido que disputamos con retales, y lo peor, otro año en el pozo de la tercera.
Pronto para hablar de cambios en el cluz, pero esta temporada ha sido un fracaso, en breve se anunciarán medidas, aunque algunas ya son bien sabidas como la expulsión de Estuarto como jugador (demasiadas faltas injustificadas a lo largo de la temporada y un pasotismo ilustrado para/con sus obligaciones como nkniano), la dimisión del desolado capitán y la destitución del director del área de merchandising.
¿Dónde está mi barrio? El NK es un amor enloquecedor y cegador que duraría toda una eternidad para el que escribe, pero me es aberrante pensar que de Triana salgan equipos tan diferentes al cluz de mis amores, que como diría aquel romancero:
Nel campu nacen flores y na mar nacen corales.
Nel mio corazón amores,
nel mio corazón amores y nel tuyo falsedaes
...
Nel campu nacen flores
pero también males yerbes,
y neña tú yes una de elles.
¿Dónde está mi barrio? está claro que hay malas hierbas que me hacen sentir vergüenza, al ver el dolor en los ojos de aquella afición que pierde la ilusión a través de una injusticia.
Sólo me queda dar las gracias a los jugadores por su máximo esfuerzo en el terreno de juego (exceptuando algunos casos como los de L. Barranquero) y a los Ultras marinos por su apoyo incondicional. Eternamente agradecidos
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Bajo Vallejo, estás fondón en esa foto, no?
ResponderEliminarPareces el Hernández..
Os imagináis que el Hernández siguiera esto?
Bonito artículo.
No estoy fondón, es mi metabolismo.
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