NK Triana 5.1 7-2 Scudetto
Corría un domingo complicado. Las numerosas bajas del equipo blanquinegro planteaban un panorama inédito: seis jugadores disponibles, contando con uno lesionado, Javi Vallejo. Así el quinteto titular lo conformaron Gabi bajo palos, defensa para Javo, en el centro se situaron Isi y José Borrallo, y como referencia arriba, Edu.
El pistoletazo de salida fue con las ideas muy claras. Había que dejar el balón al rival e intentar salir al contraataque aprovechando la velocidad del número 8. De esta forma, José Borrallo tuvo la primera oportunidad -al lateral de la portería por poco-, aunque no entró hizo creer que la fórmula funcionaba. Esta fe alimentó las ganas de seguir haciendo las cosas como hasta ese instante; mucha concentración en los marcajes, presión de la mitad del campo para atrás y ausencia de riesgo en los pases. Si no hay opción de imprimir velocidad en las contras, mantener la posesión para relajar la euforia ofensiva del contrario. Con un equipo de circunstancias, el NK sabía a lo que jugaba y eso, a veces, está por encima de los nombres. En consecuencia, llegaron los dos primeros tantos del equipo de casa, y casi sin darse cuenta el NK llevaba una manita a favor al plantarse el descanso. Pero esta explicación responde más a la facilidad escribana que a los hechos reales. El fútbol al igual que la vida contiene matices de mayor complejidad. José es el crack de la categoría, Javo no perdió nunca la posición atrás, Isi se convirtió en emblema de la definición ante el gol -despejando dudas-, Edu ¡presionó!, Y Vallejo jugó al límite, serio y aportando. El cuarto gol es un alarde de dribling del 8, a un lado, a otro y a otro, pegada de taconcito, pasando el esférico bajo las piernas del enemigo -loco a esas alturas-, hasta llegar enjabonadamente a los pies de Isi, que remató a gol sin complicaciones. Asistencias, goles, empuje, compromiso. Borrallo es el mejor, ya suma 20 goles y le lleva diez de diferencia al segundo goleador del equipo. ¡Él es diezmasiado!
Después, la segunda mitad, que sirvió para que Gabi se hinchase a hacer paradas de todo tipo, el equipo se fragmentase y llegase el inconsciente afloje. Aún sin hacer una buena parte se acabó con un parcial de 2 a 2, por lo tanto un marcador global de 7-2. Misión cumplida. Materializaron los goles José B. -4- e Isi -3-.
Incluso hubo un momento para la alegría colectiva cuando Javo realizó un genial pase de primera que dejaba solo al desmarcado Edu. El mejor control en carrera de su vida le consintió el balón enfilado de cara a portería. Uno contra uno. Lanzamiento a un palo y parada del guardameta. Casi. ¿Cómo hubiese terminado la fiesta si llega a marcar? Es posible que bañada de alcohol hasta altas horas de la madrugada. La efeméride no hubiera sido para menos.
La versión NK 3.0 es mejor que las anteriores. Mejor porque Gabi está en forma y lo demuestra, porque José quiere seguir ganando el balón de oro por tercer año consecutivo, porque Javo es incombustible, porque Isi es un jugador de club con calidad si se le da confianza, porque Vallejo arriesga su salud por el equipo, y porque hasta alguien alejado de los terrenos de juegos, como Edu, intenta hacerlo bien cuando se le necesita. Porque el NK son un puñado de hombres y algunos futbolistas buenos, pero lo mejor es el sentimiento de unión que queda antes y después del pitido arbitral.
El Crack: Borrallo, Gabi/José
El Dandy: Isi
El Duro: El Godzilla del Scudetto.
¡Vaya Día!: Los ausentes al choque, algunos con mejor excusa que otros
No hay comentarios:
Publicar un comentario